Conmemorar un bicentenario requiere, obviamente, conocer la fecha exacta del acontecimiento que se pretende celebrar, algo que los venezolanos nunca hemos podido hacer con nuestro Himno Nacional. A las dudas acerca de la datación de nuestra canción patria vinieron a sumarse, para complicar más el asunto, las de su autoría. La falta de pruebas documentales y la proliferación de anécdotas y recuerdos familiares alimentaron una sonada disputa en los diarios caraqueños en 1913. Por lo pronto, sólo podemos saber que nos acercamos al centenario de esta polémica.
Argumentos para una fecha
Corría el año de 1913 y algunos artículos publicados en la prensa nacional estimulan a la opinión pública para que conmemore el centenario del Himno Nacional de Venezuela, supuestamente compuesto hacia 1814. Partía tal suposición del hecho de que el general Ramón de la Plaza (el primer historiador de nuestras bellas artes), respehabía escrito en su célebre libro Ensayos sobre el arte en Venezuela (1883), que Juan Landaeta era “artista de cualidades sobresalientes. Son testimonio de [eso] el Himno Nacional de la República, ‘Gloria al bravo pueblo’, que sirvió de enseña en la cruzada de nuestra Independencia a las huestes libertadoras. Landaeta […] escribió su canto inmortal en la época más cruda del año de 1814, cuando los patriotas emigraban de las ciudades […]. Llegó […] a la ciudad de Cumaná donde a la sazón acampaba el ejército español comandado por Morales. Fue preso, y en la mañana siguiente […], le dieron muerte difamatoria, atando a sus sienes como inri el canto heroico de la República”.