El Presidente mueve las orejas

     La adaptación de la obra La guerra de los mundos, de H. G. Wells, transmitida por radio en 1938, dará a ORSON WELLS (en la imagen) fama mundial, pero será su película Citizen Kane (1941) la que fijará su nombre como uno de los directores de mayor talento en la historia de la cinematografía.

     Cinematográficamente,Venezuela es un país pequeño cuya producción nunca ha llegado a superar los veinte films anuales de largometraje de ficción. Sin embargo, el cine de otros países ha hecho sobre el nuestro curiosas referencias. En muchas películas de aventuras, los piratas y bucaneros encontraron en Maracaibo una fascinante y oportuna locación para cometer u ocultar sus fechorías. Es más, en 1958, el actor norteamericano Cornel Wilde (1915-1989), convertido en director, realizó en Maracaibo un olvidado melodrama de acción en el que interpreta a un experto petrolero de Texas que vive trepidantes experiencias durante unas vacaciones en la capital zuliana.

     Desde cualquier película francesa, los gánsteres acostumbraban visitar el país para convertirse en padrinos de alguna mafia de Sabana Grande. Es más, una estampilla venezolana es la clave para resolver un crimen cometido por unos jóvenes en Justice est faite (1950), de André Cayatte.

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