En Defensa de la Democracia

      El 6 de junio de 1962 el país amaneció con una inquietante noticia. Un sector de las Fuerzas Armadas, los efectivos de la base naval y el batallón de infantería de marina General Rafael Urdaneta de Puerto Cabello protagonizaban una sublevación contra el gobierno constitucional, conocida comúnmente como El Porteñazo. Las calles de la ciudad fueron el escenario de la contienda entre las fuerzas leales al gobierno democrático y los insurrectos. Horas después, con saldo de cuatrocientos muertos, fue sofocada la rebelión. El presidente Rómulo Betancourt había desplegado desde los inicios de su gobierno grandes esfuerzos por someter al ejército al control civil, tal como estaba establecido en la Constitución y las leyes. Sin bien este movimiento demostraba la pervivencia en el seno de esta institución de los vestigios del militarismo heredado de los tiempos precedentes, su derrota reveló que un amplio sector de la oficialidad estaba dispuesto a respaldar a la recién inaugurada democracia.

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