Carimba: sello del comercio de esclavos

     En la América colonial era muy frecuente que a los esclavos traídos desde África se les marcara la piel, igual que se hace hoy en día con el ganado. Los esclavos negros se marcaban con un hierro candente o carimba que identificaba a un propietario y a la vez servía como una medida práctica para garantizar la propiedad del esclavo, haciendo más expedita la captura y recuperación de los muchos que se fugaban para convertirse en cimarrones -como se llamaba en Venezuela a los esclavos prófugos.

     La carimba era también un medio utilizado por la Corona española para efectuar el control fiscal en el comercio de los esclavos africanos que llegaban a las colonias americanas. Este cruel procedimiento de herrar a los esclavos como formalismo legal fue empleado por los traficantes, dueños y hacendados en los distintos puertos donde se llevaban a cabo las transacciones de compra y venta de personas. Aunque sólo se aplicó a esclavos negros, fue usado también en los indígenas que habitaron los primeros asentamientos europeos de las Antillas, si bien en menor medida al ser considerados éstos vasallos de la Corona española; el africano, por el contrario, era tenido por la ideología de la época como una cosa o propiedad.

Deja un Comentario

Tu dirección de email no será publicada. Campos obligatorios *

*