1808 en la Nueva España

     Las noticias del traslado de la familia real a Bayona y de la reacción del pueblo español frente al invasor francés, produjeron reacciones opuestas en el virreinato: de un lado se manifestaron los intereses autonomistas, que tuvieron como portavoces a los miembros del Ayuntamiento y, de otro, los propios de los españoles europeos, defensores de los intereses metropolitanos, y representados por la Audiencia de México. Este enfrentamiento entre la élite novohispana terminó por dividir a la sociedad virreinal y uno de sus corolarios fue un golpe de Estado que en poco tiempo se revertiría contra las autoridades peninsulares.

     La crisis que en 1808 atravesó la monarquía española, marcó el inicio de los procesos independentistas de la América española. Crisis de índole política originada en el centro de la monarquía, de donde repercutió a lo largo y ancho de las posesiones españolas desencadenando cambios muy rápidos y diversos que dieron lugar a lo que ahora se conoce como la revolución hispánica. Con las abdicaciones de los reyes quedó acéfala la monarquía española y desapareció la base de legitimidad en que se sustentaba su organización política. Ocurrió en España algo que marcaría lo que después sucedió. Apareció en un primer plano el elemento sobre el que se iba a reconstituir el Estado español: el pueblo. Fue el pueblo el que, ante el sometimiento de sus reyes y de muchas de sus autoridades a Napoleón, decidió tomar la iniciativa. Así, a principios de mayo de 1808 se lanzó a luchar contra los franceses. Las formas de lucha adoptadas en la península resultan de gran interés, tanto en el terreno de la guerra como en el de la política. En el primero, la guerra de guerrillas, reinventada en España, sería uno de los modelos más utilizados por los americanos en su lucha contra las fuerzas militares defensoras de la condición colonial. Y en el de la política, el pueblo español, en defensa de su rey, de su patria y de su religión, decidió tomar el gobierno en sus manos. A partir de entonces, se crearon en la península nuevas instituciones de gobierno en las que, de una u otra manera, se dio la participación popular: las juntas gubernativas.

Deja un Comentario

Tu dirección de email no será publicada. Campos obligatorios *

*